La salsa de soja es un condimento fundamental en la cocina de países como Japón y China y, por suerte, en la actualidad podemos disfrutarla en todo el mundo. Su sabor intenso y único combina con infinidad de alimentos y existen infinidad de recetas que la incluyen como condimento fundamental. Aquí te presentamos cinco recetas con salsa de soja que, además de deliciosas, son sencillísimas de hacer.
Pero antes de ponerte el delantal, debes tener claro qué es exactamente la salsa de soja, los tipos de salsa de soja que existen y cuáles son sus propiedades.
La salsa de soja: ingredientes y propiedades
El origen de la salsa de soja es una pasta utilizada ya hace dos milenios como forma de conservación de los alimentos en China. En el siglo I aparece la primera referencia escrita sobre esta pasta, elaborada a partir de la fermentación de soja y trigo, aunque no es hasta el siglo XIII que empieza a usarse en forma de salsa, como condimento.
La salsa de soja tradicional se elabora a partir de soja, trigo, agua y sal, aunque existen diferentes variantes utilizadas sobre todo en Japón, cuya cocina no se concibe sin el uso de la salsa de soja para infinidad de preparaciones.
Entre estas variedades se encuentra la salsa Koikuchi, que es la más consumida y lleva soja y trigo a partes iguales; la Tamari, que no lleva trigo; o la Usukuchi, que lleva arroz.
La forma tradicional de preparar la salsa de soja consiste en fermentar los ingredientes en barriles de cedro entre 18 y 24 meses, aunque en la actualidad, el 99% de las salsas de soja que se venden siguen un proceso mucho más industrializado y acelerado.
Las propiedades de la salsa de soja dependen mucho de la calidad del producto. La salsa de soja tradicional está elaborada a partir de granos de soja y, por tanto, contiene parte de sus nutrientes y sus propiedades. La soja es antioxidante, baja en grasas y es una fuente de proteína de calidad.
Sin embargo, las salsas más industrializadas y baratas, en muchas ocasiones no están elaboradas a partir de granos enteros de soja, sino de harinas, por lo que pierden estas propiedades.
Además, es importante tener en cuenta que todas las salsas de soja tienen sal, pero que algunas tienen mucha más que otras.
Recetas con salsa de soja
Espinacas con sésamo y soja
No hay receta con salsa de soja más sencilla que ésta. Y está riquísima. Necesitarás:
- 1 kilogramo de espinacas
- 1 cucharada de sésamo tostado
- 1 cucharada de azúcar moreno
- 8 cucharadas de aceite de oliva
- 4 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de jengibre
- 1 diente de ajo
- sal
Preparación:
Solo tienes que cocer las espinacas y, mientras, preparar el aliño mezclando y emulsionando el aceite de oliva con todos los condimentos. Después, mezcla las espinacas con el aliño y, ¡a comer! Puedes acompañarlas con huevo, estarán aún más deliciosas.
Atún marinado con salsa de soja
Ingredientes:
- 4 lomos de atún
- 1 cucharada de salsa de soja
- 1 cucharada de mirin
- 1 cucharada de aceite de sésamo
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- aceite de oliva
Preparación:
Mezcla la salsa de soja, el mirin, el aceite de sésamo y el jengibre. Coloca la mezcla en un recipiente y sitúa encima los lomos de atún para que se marinen. Déjalos en el frigorífico al menos una hora.
Cuando esté listo, vierte en una sartén un poco de aceite de oliva y cocina en ella los lomos de atún. Bastará con hacerlos vuelta y vuelta.
Puedes acompañar el atún marinado con ensalada, verdura o algas.
Pollo con brócoli y salsa de soja
Ingredientes:
- 250 gramos de brócoli
- 200 gramos de cebolla
- 1 pechuga de pollo
- un puñado de anacardos
- 2 cucharaditas de ajo en polvo
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 2 cucharaditas de cebolla en polvo
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 2 cucharadas de vinagre de arroz
- 1 cucharada de aceite de sésamo
Preparación:
Por un lado, hierve apenas 30 segundos el brócoli y lávalo enseguida con agua fría. Reservamos.
Por otro lado, prepara la salsa mezclando el ajo en polvo, el jengibre, la cebolla en polvo, la salsa de soja, el vinagre de arroz y el aceite de sésamo. Finalmente, sofríe la cebolla y le añadimos la pechuga de pollo en trozos. Cuando esté cocinado, apaga el fuego y añade los anacardos, el brócoli y la salsa y mézclalo todo. Listo para servir.
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