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¿Sabías que el aceite de argán también actúa como un potente aliado para el cuidado de la piel? Aunque muchas personas lo asocian principalmente con tratamientos capilares, el aceite de argán para la cara es un aceite esencial capaz de transformar tu cutis de manera sorprendente.

Este “oro líquido” se presenta en diversas formas, como cremas, sérums y mascarillas, pero suele comercializarse en frascos pequeños debido a que solo necesitas unas pocas gotas para experimentar sus efectos beneficiosos. 

Al incorporarlo a tu rutina facial diaria no solo hidratarás y regenerarás tu piel, sino que también obtendrás una poderosa protección antioxidante para combatir los signos del envejecimiento, dejando tu rostro suave y radiante.

Por lo que, si estás buscando un tratamiento natural para rejuvenecer y nutrir tu piel, y quieres aprender a aplicarlo correctamente, te invitamos a seguir leyendo este artículo de Distribuciones Ballester. Aquí encontrarás toda la información necesaria para aprovechar al máximo este elixir natural en tu rutina facial.

¿Te interesa? ¡Sigue leyendo! 

¿Para qué sirve el aceite de argán?

El aceite de argán es un aceite vegetal natural célebre por sus múltiples beneficios para la piel, el cabello y las uñas. Conocido también como “oro líquido” marroquí, este aceite es extraído de las semillas del árbol de argán (Argania spinosa), un árbol originario de Marruecos.

Históricamente, las comunidades bereberes de Marruecos han utilizado el aceite de argán tanto en la alimentación como en la medicina tradicional. Inicialmente, se empleaba para tratar afecciones cutáneas como heridas y quemaduras, gracias a sus propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias. Además, servía como hidratante natural para proteger la piel del clima árido del desierto.

En la actualidad, el aceite de argán es un ingrediente esencial en muchos productos de belleza y cuidado personal, valorado por su capacidad para hidratar, nutrir y regenerar la piel. Es comparable a otros aceites populares, como el aceite de jojoba, conocido por equilibrar la producción de sebo, y el aceite de rosa mosqueta, famoso por sus propiedades cicatrizantes. 

Sin embargo, el aceite de argán se distingue por su versatilidad y eficacia en el tratamiento de una amplia gama de problemas cutáneos, desde la sequedad extrema hasta los signos de envejecimiento prematuro.

Propiedades del aceite de argán para la cara

Gracias a su abundante contenido en ácidos grasos esenciales, como el ácido linoleico (Omega-6) y el ácido oleico (Omega-9), y su alta concentración de vitamina E, antioxidantes y esteroles, el aceite de argán concentra múltiples beneficios de los aceites esenciales naturales. Entre los cuales, destacan: 

  • Hidratación profunda: El aceite de argán actúa como un emoliente natural que retiene la humedad en la piel, manteniéndola hidratada y suave por más tiempo.
  • Regeneración celular: Gracias a sus ácidos grasos esenciales, este aceite promueve la reparación y regeneración de las células de la piel, mejorando su textura y firmeza.
  • Propiedades antiinflamatorias: Los antioxidantes y esteroles en el aceite de argán ayudan a reducir la inflamación, aliviando la piel irritada y calmando condiciones como el acné y la rosácea.
  • Acción antioxidante: La alta concentración de vitamina E protege la piel del daño causado por los radicales libres, previniendo el envejecimiento prematuro y reduciendo la aparición de arrugas y líneas finas.
  • Mejora de la elasticidad: El uso regular del aceite de argán mejora la elasticidad de la piel, ayudando a mantener un aspecto firme y juvenil.
  • Propiedades cicatrizantes: Este aceite favorece la cicatrización de pequeñas heridas, marcas de acné y quemaduras, contribuyendo a una piel más uniforme y libre de imperfecciones.
  • Equilibrio de sebo: A pesar de ser un aceite, el aceite de argán ayuda a regular la producción de sebo, siendo adecuado tanto para pieles secas como para pieles mixtas y grasas.
  • Protección contra agresores externos: Forma una barrera protectora que defiende la piel de los daños causados por factores ambientales como la contaminación y los rayos UV.
  • Luminosidad natural: El uso continuo del aceite de argán aporta una luminosidad saludable a la piel, dejándola con un brillo natural y un tono más uniforme.

El aceite de argán actúa como una barrera multifuncional, promoviendo la regeneración celular y manteniendo la piel elástica y luminosa. Su capacidad para equilibrar el sebo, incluso en pieles mixtas y grasas, lo hace indispensable en cualquier rutina de cuidado facial.

Antonio Ballester

Contraindicaciones del aceite de argán

El aceite de argán es generalmente seguro para la mayoría de las personas y tipos de piel, pero existen algunas contraindicaciones que es importante considerar:

  • Alergias: Aunque es raro, algunas personas pueden ser alérgicas al aceite de argán. Antes de usarlo por primera vez, se recomienda realizar una prueba en una pequeña área de la piel para descartar cualquier reacción alérgica, como enrojecimiento, picazón o hinchazón.
  • Piel sensible o reactiva: Las personas con piel extremadamente sensible o reactiva pueden experimentar irritación al usar aceite de argán, especialmente si el producto contiene aditivos o conservantes. Es preferible optar por aceite de argán 100% puro para minimizar el riesgo de irritación.
  • Uso excesivo en pieles grasas: Aunque el aceite de argán es conocido por equilibrar la producción de sebo, su uso excesivo en pieles grasas podría potencialmente causar obstrucción de poros en algunas personas. Es importante usarlo con moderación, especialmente en pieles propensas al acné.
  • Interacción con otros productos: Si se está utilizando un régimen de cuidado de la piel con productos activos como retinoides o ácidos exfoliantes, es aconsejable consultar con un dermatólogo antes de incorporar aceite de argán, ya que podría interferir con la eficacia de estos tratamientos.
Mujer aplicándose aceite de argán en la cara sobre fondo aguamarina.

Cómo usar el aceite de argán en la cara e incorporarlo a tu rutina diaria

Incorporar el aceite de argán en tu rutina facial es sencillo y puede conllevar resultados significativamente positivos en la salud y apariencia de tu piel. Sigue estos pasos para aprovechar al máximo todas sus propiedades:

  1. Limpieza: Comienza siempre con el rostro limpio. Utiliza un limpiador suave para eliminar impurezas, permitiendo que el aceite de argán se absorba mejor y penetre en las capas más profundas de la piel.
  2. Tónico: Aplica un tónico facial para restaurar el pH natural de tu piel y asegurar una limpieza completa. Este paso prepara la piel para recibir de manera óptima los nutrientes del aceite de argán.
  3. Aplicación del aceite: Con la piel aún ligeramente húmeda, deposita 2-3 gotas de aceite de argán en la palma de tu mano. Frótalas para calentar el aceite y luego distribúyelo sobre el rostro con movimientos ascendentes y circulares. Presta especial atención a las zonas más secas o que requieran mayor hidratación.
  4. Hidratación adicional: Si tu piel es seca, aplica tu crema hidratante después del aceite de argán para sellar la humedad. En pieles mixtas o grasas, el aceite de argán puede ser suficiente como hidratante diario.
  5. Protección solar: Por la mañana, no olvides aplicar un protector solar tras el aceite de argán. Aunque el aceite ofrece ciertos beneficios protectores, no sustituye el uso de un buen protector solar contra los rayos UV.
  6. Tratamiento nocturno: Por la noche, utiliza el aceite de argán como tratamiento intensivo. Después de limpiar y tonificar, aplica el aceite de la misma manera, dejándolo actuar durante toda la noche para una piel más suave y regenerada al despertar.

El aceite de argán puede mezclarse con sueros o cremas faciales para potenciar sus efectos. Es compatible con la mayoría de productos de cuidado facial, pero siempre es recomendable realizar una prueba previa en una pequeña área para asegurar que no haya reacciones adversas.

Antonio Ballester

¿Cuántas veces a la semana se aplica aceite de argán en la cara?

El aceite de argán debe aplicarse de 1 a 2 veces al día, dependiendo de las necesidades de tu piel. Esto es, para la mayoría de las personas, su empleo diario, tanto por la mañana como por la noche, proporciona los mejores resultados en términos de hidratación y regeneración. 

No obstante, si tienes piel grasa o propensa al acné, es recomendable comenzar aplicándolo 2 a 3 veces por semana para evaluar cómo reacciona tu piel antes de incrementar su uso. Ajustar la frecuencia de aplicación según la respuesta de tu piel es clave para obtener los máximos beneficios sin sobrecargarla.

Conclusiones

En resumen, el aceite de argán es un componente esencial en cualquier rutina facial, ofreciendo hidratación profunda, protección antioxidante y rejuvenecimiento visible con cada aplicación. Si bien, es importante utilizarlo de manera adecuada y moderada, así como consultar con un especialista o dermatólogo para asegurar su efectividad y evitar posibles contraindicaciones, especialmente si tienes piel sensible o propensa al acné.

Descubre el poder del aceite de argán y transforma tu piel con cada gota, para un cutis más joven, radiante y saludable.

¿Has probado el aceite de argán para la cara en tu rutina diaria? Cuéntanos tu experiencia y descubre más productos naturales en Distribuciones Ballester.